David Ludtke es un francés de 41 años, padre de dos niños gemelos. Uno de ellos, Hugo, sufre la enfermedad de Little, un tipo de parálisis de la infancia que afecta entre otras cosas, a su movilidad.
Cuando les comunicaron la enfermedad del pequeño, David tardó varios meses en asimilarlo. Sin embargo, ahora se da cuenta de que la discapacidad de Hugo más que algo negativo, es algo positivo que le hace crecer cada vez más. Ahora se da cuenta de que “la vida no se reduce a nacer, comer, trabajar y morir. Hay otra cosa”.
Y fue por ello, por lo que cansado de que el trabajo le quitara el tiempo necesario para atender a sus hijos, decidió emprender un viaje especial con Hugo: harían juntos una ruta por el sur de Francia hasta llegar a la basílica de Lourdes.
Dicho y hecho. Equiparon la silla de Hugo, y David entrenó con él saliendo a pasear varios días antes de la peregrinación. A él le gusta montar en bicicleta, pero se dio cuenta de que disfrutaba mucho más cuando salía con su hijo.
Y así se convirtió en las piernas de su hijo. Empujando la silla de Hugo, se enfrentaron a todos los imprevistos que fueron surgiendo, especialmente climatológicos: “¡Hugo hizo gala de una fortaleza increíble! ¡No todo el mundo es capaz de pasar horas bajo la lluvia y continuar sonriendo!”
A los últimos kilómetros se unieron la madre y el hermano de Hugo, culminando con la preciosa experiencia que padre e hijo habían vivido.
Para conocer más de Hugo y su familia, se puede visitar su página de Facebook: “Le sourire d’Hugo”.
